sábado, 8 de noviembre de 2008

Adiós, Enzo. Hola, vida.

El porrazo fue impresionante. Los meses de cama y hospital insufribles. Entre la vida y la muerte. Mi Mini destrozado en una carretera del norte de Italia. Y la insoportable sensación de pensar porqué aún estoy viva y Enzo no.

No volveré a pintar.

2 comentarios:

Libertariano dijo...

Lo siento mucho, Godiva. Y también sentiría que dejases de pintar.

Abrazos

José Ignacio Montoto dijo...

Disculpa, te ocurre algo?