martes, 11 de noviembre de 2008

Tanto amor

Alguien me dice que siga pintando, pero el recuerdo de unas vendas ensangrentadas es lo único que se me vienen a las manos.

Bajo el balcón no veo ya a nada ni a nadie, menos mal que las visitas recrudecen... y este dolor de cabeza que no se va...

Algún otro se pregunta qué me sucede porque no me ha gustado un poema. Los poemas, como los regalos, no siempre gustan, aunque siempre se agradecen; siempre hay que agradecer el que alguien los haga, aunque no está de más recordarle que no siempre se es oportuno.



Tanto amor

tantos sueños,


tanto amor

una tarde,


tanto amor

tanta fiebre,


y decir

que deseo

esperar

como ayer.

sábado, 8 de noviembre de 2008

Adiós, Enzo. Hola, vida.

El porrazo fue impresionante. Los meses de cama y hospital insufribles. Entre la vida y la muerte. Mi Mini destrozado en una carretera del norte de Italia. Y la insoportable sensación de pensar porqué aún estoy viva y Enzo no.

No volveré a pintar.

martes, 1 de julio de 2008

Lascivia

Ay, mare mía, ay, espero que no leas nunca estas letras de tu hija la salida.
Yo no sé si le queda algún muelle vivo a mi caballito. Me acuerdo de aquel anuncio en el que dos moscas se apareaban en el cristal de un coche y lo dejaban lleno de vaho. En este no habrá vaho, al menos de momento, porque aparearse bajo las estrellas sin techo hace que el aliento suba al cielo en busca de los dioses. A la zorra de Venus la he visto mirando más de una vez.

Me dice mi amiga la semiputa que teniendo un piso sola y con aire acondicionado qué necesidad tengo de estas incomodidades. Pero es algo inexplicable, es como desquitarse de aquellos malos momentos de estrechez en coches de tercera mano de nenes imberbes que ne tenían ni idea encima de lo que se traían entre manos.

A veces me pongo a filosofar y creo que hacer esto es como cumplir una misión. Amis 25 dice la naturaleza que debo hacerlo y lo hago, y cuanto más mejor, y con cuanto más macizos y machos sean ellos mejor, que se dejen de cuentos los poetas lánguidos y los de intelecto fácil, lo siento, para intelectos ya está el mío.

Mañana voy a llamar a la lumi de Bataneros para otra sesión, será una excusa. Creo que voy a empezar a intercambiar opiniones, secretos de alcoba-asiento, tácticas y técnicas. Y a lo mejor... bueno, ya me lo pensaré y a lo mejor lo cuento, porque me la estoy pensando una cosa muy en serio.

miércoles, 25 de junio de 2008

Godiva y su nuevo caballito

Bien, anoche llegué tras una jornada calurosa y agotadora a mi castillo. Godiva ya tiene caballo, un jaco que le permite llevar su melena al viento. No, no vine desnuda desde las tierras vascas, pero en diversas ocasiones quité la capota y la cosa fue regular.

Experiencia descapotada: bien hasta los 80 Km/hora, insoportable a partir de ahí. Bien hasta las 11 y media más o menos de la mañana, insoportable en tierras manchegas y andaluzas a partir de esa hora hasta que el sol va declinando. En ciudad y en paseos cortos, absolutamente recomendable.

Para hacer el amor bajo las estrellas... esta noche lo probaré... y lo contaré. Periodista casado y cobarde, vete preparando porque esta noche vuelves a caer.

martes, 17 de junio de 2008

Días de sol y rosas

Me levanto, me desperezo como un gata, saludo al día, cepillo mis dientes,
preparo mis tostadas.
Se ha vuelto a nublar. No sé porque
me veo en un patio inmersa en aromas a hierbas.

Salgo a la calle, piso una baldosa (protesta),
un flaco me dice diosa (hago como que protesto),
el bus estaciona a diez mil pasos de donde debe, ¡obras!
mi sombrilla de colores gira, estoy loca!! crecen flores.

Todos fruncen el ceño al verme,
una calle está cortada, se manifiestan algunos que no conozco.
Mí desvarío va en aumento, las paredes se pintan de naranja,
un chorro inesperado impregna las calles de líquido amarillo limón.

Los periodistas me guiñan el ojo desde sus páginas,
delira Luis Medina con su guitarra y sus versos,
pinta Marc Chagal su castillo negro existente,
Vic dibuja su viñeta pero hoy no me hace sonreír,
papá me abraza.
Me estoy enamorando.

Hago más vida social que nunca,
me caliento al sol siempre que puedo.

sábado, 14 de junio de 2008

Onira

No me importan las sospechas, posiblemente sean culpa mía. La inocencia se paga, la sinceridad se paga... con un misterio nacido en mentes incompletas.
La única realidad soy yo, R., soy yo.

Poema a Vincent Van Gogh, nuestro querido loco, querido para tantos. No sé de quién es ni cuándo lo escribió. He añadido palabras ocultas -muy fáciles de hacer aparecer-, como un juego de ese misterio que tanto gusta a alguno:

Pinta de azul y gris tu paleta.
Escruta un día de verano
con ojos que conocen la oscuridad de mi alma.

Sombras en la colina.
Esboza árboles y narcisos,
captura la fría brisa del invierno
en colores sobre la tierra de lino nevada.

Noche estrellada.
Luminosas flores de brillante resplandor.
Torbellino de nubes en la niebla violácea
se reflejan en los ojos de Vincent de porcelana azul.
Los colores cambian de matiz.
Campos matutinos de trigo ámbar.
Rostros curtidos por el dolor
aplacado por la tierna mano del artista.
Ahora comprendo
lo que tratabas de decirme
y como sufriste por tu lucidez,
y como trataste de liberarles.
No escucharon, no sabían como.
Tal vez escuchen ahora.

Pero no sabían quererte,
aún así tu amor era sincero
y cuando no te quedaba esperanza
en esa noche estrellada
te quitaste la vida como suelen hacer los amantes.

Yo podría haberte dicho, Vincent,
que este mundo no se hizo
para alguien tan bello como tú.
Como los extraños que conociste,
el harapiento de andrajosa vestimenta,
espina de plata, una sanguinolenta rosa
yace aplastada sobre la impoluta nieve .
Creo que ahora sé
lo que intentaste decirme,
como sufriste por tu lucidez
y como intentabas liberarles.
No te escucharon.
Aún siguen sin escuchar
y tal vez nunca lo hagan.


Y, por fin, mi cuadro casi acabado. Me da una vergüenzaaa...




"Onira", por Godiva Spencer.

jueves, 12 de junio de 2008

Re-comenzar ?

Siempre me ha costado diferenciar entre lo que veo y lo que siento.
Tomo la imagen y la hago mía, la transformo como si pudiera trabajar mentalmente sobre ella y luego pasa lo que pasa: jamás vivo a tiempo real. Lo que veo termina por ser una caducada secuencia de fotogramas con hilo musical de fondo. Por cierto, mi selección musical mental es bastante mala. Sin embargo, prefiero vivir así que morir sin ver, o que ver sin pintar, esto sobre todo.
Desde que me recuperé de unas fiebres que dejaron secuelas he muerto tres veces y algo se ha despertado en mí. He notado cambios bruscos. Por ejemplo, antes miraba y sonaba la misma música. Ahora miro y suenan tres a la vez. Hasta puedo hacer que se congelen momentos para que desaparezcan otros. El miedo ha desaparecido definitivamente. Ahora siento una paz infinita. He decidido comenzar una vida. Una vida sencilla, sin grandes pretensiones, sin mucho equipaje -aunque con un buen coche, eso sí, pronto. Sólo con esos pequeños deseos posibles de los que te hablé un día.
He descubierto que se renuncia a un sueño cuando no estás preparado para afrontar lo que viene antes. Que mueres definitivamente cuando te regocijas en tu melancolía. Que eres cobarde cuando actúas sin sentir. Cuando te amas sólo a ti, y esto en mí sí que es imposible, sobre todo porque para mí amar es hacer el amor sobre y ante todo.
Si yo no estuviera aquí, seguro que habría alguien echándome de menos a pesar del poco rato que llevo en esto. Porque nos necesitamos, es así. Aprendemos en compañía. Pensamos que morimos en soledad pero morimos cada día inyectados de experiencias, de besos, de suspiros y jadeos, de ataques de risas, de ratos en silencio. También se muere sintiendo el silencio y eso no tiene nada malo.

El silencio es el mayor ejemplo de una persona que no puede dejar de imaginar.